Hay una aceptación casi unánime de las ventajas de la informática. Sin embargo esto tiene consecuencias no siempre favorables, los medios se están volviendo más importantes que los fines y esto no favorece el desarrollo mental humano. Cualquier bachiller sabe de memoria que es un pdf pero pocos saben que es el pH. Hasta el simple ejercicio de escribir se volvió todo un enredo de informática, una labor que solamente requirió una pluma, un lápiz o una máquina de escribir además de un ordenamiento cerebral, se complicó hasta el punto que cualquier persona de no domine las `técnicas siempre cambiantes del uso de computadores puede verse silenciado. No importa si hay ideas importantes el problema es como divulgarlas. El “programa “de computador se convirtió en una especie de duende que maneja las actividades humanas. La imagnaciòn, la curiosidad, el razonamiento, la fantasía son absolutamente innecesarios.
La proliferación de información que presentan parece muy copiosa e interesante, pero si se examina detalladamente todo es una especie de Reader Digest a gran escala y en su mayor parte con un tratamiento superficial de los temas, a lo cual cabe agregar los numerosísimos videos de superchería, una verdadera lluvia de tonterías acerca de extraterrestres, del próximo fin del Mundo, de los Illuminati, de profecías Mayas, etc También de esa hipocondría ridícula que está viendo peligros y venenos por todas partes y de los efectos benéficos de multitud de plantas. Otro tema muy iterado es el catastrofismo ambientalista, con la ominosa reducción de la capa de ozono de la Tierra, el aumento del CO2, el calentamiento global, la biodiversidad y mil perogrulladas más. Entonces hay más información dedicada a influenciar que realmente a instruir. Todo esto ha producido una sociedad que pendiente de banalidades y pseudociencia, sin ahondar en el verdadero conocimiento.
Todo lo anterior ha influido perjudicialmente en muchas ramas del verdadero saber. Ya están desapareciendo los tratados científicos y proliferan los artículos, frecuentemente superficiales, acerca de temas tales como física, química, biología, geología etc. Alguna vez visité la librería más grande de Nueva York, donde pude ver cantidades ingentes de libros acerca de superación personal, fisicoculturismo, deportes, ecologismo apocalíptico, alimentación balanceada, remedios y peligros de la salud, novelones de extraterrestres, novelas policíacas de poca calidad, cuidado de mascotas, consejos de jardinería etc. Pero al buscar las secciones de ciencias encontré pequeños anaqueles de química, física, biología, geología. Un surtido en extremo limitado.
Muchas actividades se han visto invadidas por el uso de programas de computador, el diseño de un edificio, de un puente, procesos químicos, problemas agronómicos, estudios petroleros y mineros, etc., se ha llegado al colmo con los diagnósticos médicos, en los cuales alimentan un programa de con toda una serie de análisis (sangre, orina, radiografías etc.) de lo cual sale un diagnóstico, frecuentemente disparatado. El antiguo diagnóstico clínico a base de sintomatología que exigía un profundo conocimiento de anatomía y fisiología dejó de realizarse. Resolver un problema de física o matemáticas se tornó un ejercicio de rutinario de aplicar un programa. Con todo esto el ser humano está sacrificando el ejercicio de pensar. Esa gran calistenia mental que son las matemáticas está pasando al olvido, una ecuación diferencial sale resuelta de uncomputador.
En todo esto cabe hacer la siguiente reflexión, si se inventa un instrumento para movilizarse sin caminar ni subir escalones, terminan atrofiándose las piernas, cualquier función fisiológica que deje de ejercitarse termina en la atrofia del respectivo órgano. ¡La dependencia obsesiva de la cibernética puede llevar a la atrofia del órgano más importante del ser humano, el cerebro!