Regina Reyna
Al despertar por la mañana el estómago tiene un tamaño normal, al desayunar aumenta ligeramente y después de comer se inflama tanto que parece un balón de futbol; con ello viene una incomodidad que imposibilita realizar muchas actividades. El problema de vientre inflamado es muy común en las mujeres de las grandes ciudades.
Inflamación y tensión (dureza) abdominal, en ocasiones acompañadas de eructos y dolor, suelen aparecen tras las comidas, y se deben a particular sensibilidad en el colon (zona final del intestino grueso que se conecta con el recto), que reacciona en forma anormal frente a la fermentación natural de los alimentos que se produce durante la digestión.
El problema se conoce como colon irritable o colitis, y puede tener su origen en la ingestión de algunas verduras crudas, como col, coliflor, legumbres (frijoles o lentejas), leche o derivados y bebidas gaseosas, entre otros. Asimismo, debemos tomar en cuenta que muchos de los alimentos que consumimos son pobres en fibra, lo que disminuye la velocidad del tránsito intestinal y hace que el bolo alimenticio se estanque más tiempo en el colon, donde se produce la fermentación de los alimentos.
Por otra parte, hay que decir que el colon está cubierto en su interior por una mucosa que lo protege, la cual puede inflamarse si frecuentemente se viven situaciones de estrés y nerviosismo, debido a que dichos trastornos emocionales producen contracciones en los músculos del intestino grueso, aumentando con ello su sensibilidad ante la presencia de gas y movimientos del sistema digestivo; otros factores que favorecen este problema es el consumo de condimentos, grasas e irritantes (alcohol, picantes y tabaco, principalmente), además de beber poca agua.
Un factor más que aumenta los problemas de hinchazón abdominal es el sedentarismo, es decir, el escaso o nulo ejercicio físico -muy común en la vida moderna-, pues con ello la musculatura abdominal tiene menos fortaleza y el aparato digestivo sufre mala oxigenación.
De manera natural, en cada deglución permitimos el paso de aire que llega al estómago, fenómeno conocido como aerofagia; sin embargo, cuando se come en exceso y apresuradamente, sobre todo alimentos ricos en hidratos de carbono de difícil digestión o muy condimentados, el ingreso de aire puede llegar a ser exagerado y provocar distensión abdominal, eructos frecuentes, gases, así como dolores estomacales y sensación leve de ahogo o de tener un cuerpo extraño en la garganta.
El riesgo de sufrir aerofagia es mayor si se ingieren alimentos espumosos, como suflés, merengues y bebidas carbonatadas y con burbujas (refresco, cerveza y champagne, entre otras), al tomar muchos líquidos en las comidas e, incluso, al padecer estados de nerviosismo y ansiedad.
Solución: cambiar ciertos hábitosPara conseguir que nuestro colon se mantenga sano y que la digestión no enfrente problemas es recomendable llevar una alimentación equilibrada y rica en fibra (a base de cereales y sus derivados, como productos integrales, entre ellos pastas y harinas) que facilite la digestión, además de hacer varias veces a la semana ejercicios para tonificar la zona abdominal.
Sin embargo, es importante seguir ciertas medidas, como las siguientes:
Evite los alimentos que favorecen la hinchazón, como los antes mencionados.
Procure comer tranquilo y sentado, y no de pie y a toda prisa.
Mastique bien, despacio, y triturando los alimentos, proceso que resulta fundamental para una buena digestión.
Limite el consumo de platillos condimentados y exageradamente grasosos; las comidas demasiado fuertes retrasan la digestión y favorecen la fermentación de los alimentos.
Coma fibra (al menos 30 gramos diarios), por ejemplo, en cereales, productos a base de harinas integrales, verduras y vegetales crudos (espinaca, lechuga, calabaza, zanahoria, col y brócoli, por ejemplo) y fruta (manzana, piña, naranja, fresa, guayaba, mango, higo y ciruela).
No abuse de la cantidad de comida y elija ingerir alimentos de gran calidad de manera moderada. Comer demasiado inevitablemente genera sensación de distensión abdominal que obliga a aflojarse el cinturón.
No abuse de condimentos, especias o picantes. Utilice los necesarios y recuerde que algunas hierbas aromáticas, como la albahaca, tienen efectos benéficos sobre la digestión.
Evite beber líquidos durante la comida, pues ello colabora a que se forme una especie de pozo en el estómago en el que se diluyen los jugos gástricos, que tendrán así menos poder para atacar a los alimentos; deberá tomarlos después de comer y durante todo el día para activar el tránsito intestinal.
No acompañe la comida con bebidas gaseosas, como refrescos, ya que acaban mezclándose en el estómago con los alimentos sólidos, dificultando su digestión.
Modere el consumo de bebidas alcohólicas mientras come, sobre todo si las combina con carbonatadas, ya que esto provoca distensión en el estómago y que los efectos tóxicos del alcohol se incrementen, además de generar sensación de plenitud.
No exceda el consumo de dulces, pues retrasan el vaciamiento gástrico.
Evite masticar chicle por lapsos prolongados pues, al igual que las bebidas gaseosas, favorece la aerofagia.
Si unas horas después de la comida persisten las molestias, una infusión de manzanilla, menta o anís resulta benéfica.
Procure seguir siempre estos consejos y su aparato digestivo, y su ropa, se lo agradecerán.
Wednesday, December 3, 2008
Wednesday, October 29, 2008
Los Siete Principios para estimular su cerebro
de André Vermeulen
1.. Estimúlese físicamente.
Muévase. Baile, haga ejercicio aeróbico, nade, juegue tenis, fútbol. Haga ejercicios de lateralidad, por ejemplo, con la mano izquierda
toque su oreja derecha y con la mano derecha toque su nariz. Ahora al revés y repítalo varias veces hasta dominarlo.
2.. Tome ocho vasos de agua.
De acuerdo con los expertos, esto no es opcional, es obligatorio si queremos que nuestro cerebro funcione de una manera óptima. Y si estamos estresados, debemos aumentar a 16 vasos de agua al día.
El 90 por ciento del volumen de nuestro cerebro está compuesto por agua y es el principal vehículo de las transmisiones electroquímicas.
3.. Oxigénese.
Haga ejercicio, salga al campo. Antes de una junta importante o de un trabajo que necesite concentración respire hondo.
Respire en 4 tiempos, sostenga el aire en 16 y exhale en 8.
El doctor Otto Warburg, Premio Nobel de Fisiología, hizo un experimento en el cual logró convertir células sanas en malignas, a través del sencillo procedimiento de reducirles el oxígeno.
Rodéese de plantas. ¿Sabía que una sola planta puede remover partículas contaminantes del aire en un espacio de 9 metros cuadrados?
Las plantas aumentan la ionización negativa del aire y lo cargan de oxígeno, aumentando nuestra productividad en un 10%. Algunas plantas como las dársenas han probado ser de las mejores para esto.
4.. Consuma alimentos para el cerebro.
Al cerebro le conviene que comamos cinco porciones de fruta y verduras al día, semillas, nueces, ajo, granos completos, champiñones, aceites prensados en frío y proteínas.
El pescado literalmente genera la construcción de nuevas neurocélulas.
5.. Piense positivamente.
Los pensamientos negativos generan químicos que bloquean la conexión entre los neurotransmisores.
Como decía Henry Ford:
"Si piensas que puedes o que no puedes, siempre estarás en lo correcto".
6.. Escuche música barroca.
La música es la puerta hacia terrenos interiores; toca lugares fuera de nuestro alcance.
Ayuda a la creatividad, a la expresión personal. Facilita el aprendizaje.
Un granjero comprobó que al ponerle música barroca a sus vacas, en ellas había un aumento en la producción de leche y en sus glóbulos blancos.
7.. Rete a su cerebro.
Si no lo usamos, lo perdemos. Juegue ajedrez, resuelva crucigramas, aprenda a tocar un instrumento, haga matemáticas, viaje a lugares nuevos, vaya a exposiciones de arte, lea, estudie algo.
Escriba y dibuje con su mano no dominante. Abra su mente a nuevas experiencias y formas de pensar.
Todo esto genera que el cerebro funcione mejor.
Podemos concluir que en este llamado "Milenio de la Mente", la única manera de ser competitivos y mantener un balance en nuestras vidas es no trabajar más, sino trabajar mejor….!
1.. Estimúlese físicamente.
Muévase. Baile, haga ejercicio aeróbico, nade, juegue tenis, fútbol. Haga ejercicios de lateralidad, por ejemplo, con la mano izquierda
toque su oreja derecha y con la mano derecha toque su nariz. Ahora al revés y repítalo varias veces hasta dominarlo.
2.. Tome ocho vasos de agua.
De acuerdo con los expertos, esto no es opcional, es obligatorio si queremos que nuestro cerebro funcione de una manera óptima. Y si estamos estresados, debemos aumentar a 16 vasos de agua al día.
El 90 por ciento del volumen de nuestro cerebro está compuesto por agua y es el principal vehículo de las transmisiones electroquímicas.
3.. Oxigénese.
Haga ejercicio, salga al campo. Antes de una junta importante o de un trabajo que necesite concentración respire hondo.
Respire en 4 tiempos, sostenga el aire en 16 y exhale en 8.
El doctor Otto Warburg, Premio Nobel de Fisiología, hizo un experimento en el cual logró convertir células sanas en malignas, a través del sencillo procedimiento de reducirles el oxígeno.
Rodéese de plantas. ¿Sabía que una sola planta puede remover partículas contaminantes del aire en un espacio de 9 metros cuadrados?
Las plantas aumentan la ionización negativa del aire y lo cargan de oxígeno, aumentando nuestra productividad en un 10%. Algunas plantas como las dársenas han probado ser de las mejores para esto.
4.. Consuma alimentos para el cerebro.
Al cerebro le conviene que comamos cinco porciones de fruta y verduras al día, semillas, nueces, ajo, granos completos, champiñones, aceites prensados en frío y proteínas.
El pescado literalmente genera la construcción de nuevas neurocélulas.
5.. Piense positivamente.
Los pensamientos negativos generan químicos que bloquean la conexión entre los neurotransmisores.
Como decía Henry Ford:
"Si piensas que puedes o que no puedes, siempre estarás en lo correcto".
6.. Escuche música barroca.
La música es la puerta hacia terrenos interiores; toca lugares fuera de nuestro alcance.
Ayuda a la creatividad, a la expresión personal. Facilita el aprendizaje.
Un granjero comprobó que al ponerle música barroca a sus vacas, en ellas había un aumento en la producción de leche y en sus glóbulos blancos.
7.. Rete a su cerebro.
Si no lo usamos, lo perdemos. Juegue ajedrez, resuelva crucigramas, aprenda a tocar un instrumento, haga matemáticas, viaje a lugares nuevos, vaya a exposiciones de arte, lea, estudie algo.
Escriba y dibuje con su mano no dominante. Abra su mente a nuevas experiencias y formas de pensar.
Todo esto genera que el cerebro funcione mejor.
Podemos concluir que en este llamado "Milenio de la Mente", la única manera de ser competitivos y mantener un balance en nuestras vidas es no trabajar más, sino trabajar mejor….!
Friday, October 24, 2008
Comer despacio
eltiempo.com / opinión / columnistas
Manuel Guzman Hennessey
Quiere el gordo Fernández someterse a un "bypass gástrico". Podría comer más despacio y obtener lo que desea. Quizás de una manera menos drástica, más lentamente, pero también más felizmente.
Lo dijo Borges en su poema Instantes: demorarse más. Y lo dicen los investigadores de la Universidad de Osaka, que publicaron, por estos días, en British Medical Journal, una investigación basada en el análisis de los hábitos alimentarios de 3.000 personas. "Si uno come rápidamente está llenando el estómago antes de que la información gástrica tenga una oportunidad de generarse", dijo el profesor Ian McDonald, de la Universidad de Nottingham.
Otro estudio, de la Universidad de Rhode Island, publicado en Journal of the American Dietetic Association, llega a la misma conclusión: si se baja la velocidad de la ingestión, se puede bajar de peso.Las doctoras Elizabeth Denney-Wilson y Karen Campbell van más allá. El editorial que presenta los resultados del estudio dice que el mecanismo que nos hace gordos hoy, podría haber sido, hasta hace relativamente poco, una ventaja evolutiva, que nos ayudaba a consumir más alimento cuando este era escaso. Algunos comen siempre de prisa (o depredan, como un amigo mío); quizás creen que alguien les puede arrebatar el alimento.
La información sobre este peligro probablemente está en la genética de individuos mamíferos, que necesitaron sobrevivir cuando escaseaban los alimentos. Y quizás debido a ello, una de las nuevas áreas desde la cual hoy se estudia la obesidad se aparta de lo puramente fisiológico y aborda el problema desde los comportamientos del acto de comer. Es lo que hace el laboratorio Kissileff, de la Universidad de Liverpool. Uno de sus investigadores, el doctor Jason Halford, encontró que el medicamento contra la obesidad llamado sibutramine actúa desacelerando el ritmo al que los gorditos comen.
Ahora bien, comer despacio reporta más placer que comer rápido; lo promueve la tendencia comida lenta (slow food) y lo disfrutan muchos otros (y otras) a quienes no puedo mencionar aquí, y no porque coman muy rápido, sino porque hacen parte de los felices cumplidores de la sentencia de Alejandro Casona: todo hombre bien comido será siempre un hombre bueno, y todo hombre bien bebido, será siempre un hombre sabio. Ojalá ninguno insista en cirugías, pues otro estudio, de la Universidad de Wake Forest (Estados Unidos), identificó 32 casos de encefalopatía de Wernicke entre quienes se sometieron a cirugía para reducción de peso.
guzmanhennessey@yahoo.com.ar
Manuel Guzman Hennessey es Director del Centro de Aplicaciones de la Teoría del Caos
Manuel Guzman Hennessey
Quiere el gordo Fernández someterse a un "bypass gástrico". Podría comer más despacio y obtener lo que desea. Quizás de una manera menos drástica, más lentamente, pero también más felizmente.
Lo dijo Borges en su poema Instantes: demorarse más. Y lo dicen los investigadores de la Universidad de Osaka, que publicaron, por estos días, en British Medical Journal, una investigación basada en el análisis de los hábitos alimentarios de 3.000 personas. "Si uno come rápidamente está llenando el estómago antes de que la información gástrica tenga una oportunidad de generarse", dijo el profesor Ian McDonald, de la Universidad de Nottingham.
Otro estudio, de la Universidad de Rhode Island, publicado en Journal of the American Dietetic Association, llega a la misma conclusión: si se baja la velocidad de la ingestión, se puede bajar de peso.Las doctoras Elizabeth Denney-Wilson y Karen Campbell van más allá. El editorial que presenta los resultados del estudio dice que el mecanismo que nos hace gordos hoy, podría haber sido, hasta hace relativamente poco, una ventaja evolutiva, que nos ayudaba a consumir más alimento cuando este era escaso. Algunos comen siempre de prisa (o depredan, como un amigo mío); quizás creen que alguien les puede arrebatar el alimento.
La información sobre este peligro probablemente está en la genética de individuos mamíferos, que necesitaron sobrevivir cuando escaseaban los alimentos. Y quizás debido a ello, una de las nuevas áreas desde la cual hoy se estudia la obesidad se aparta de lo puramente fisiológico y aborda el problema desde los comportamientos del acto de comer. Es lo que hace el laboratorio Kissileff, de la Universidad de Liverpool. Uno de sus investigadores, el doctor Jason Halford, encontró que el medicamento contra la obesidad llamado sibutramine actúa desacelerando el ritmo al que los gorditos comen.
Ahora bien, comer despacio reporta más placer que comer rápido; lo promueve la tendencia comida lenta (slow food) y lo disfrutan muchos otros (y otras) a quienes no puedo mencionar aquí, y no porque coman muy rápido, sino porque hacen parte de los felices cumplidores de la sentencia de Alejandro Casona: todo hombre bien comido será siempre un hombre bueno, y todo hombre bien bebido, será siempre un hombre sabio. Ojalá ninguno insista en cirugías, pues otro estudio, de la Universidad de Wake Forest (Estados Unidos), identificó 32 casos de encefalopatía de Wernicke entre quienes se sometieron a cirugía para reducción de peso.
guzmanhennessey@yahoo.com.ar
Manuel Guzman Hennessey es Director del Centro de Aplicaciones de la Teoría del Caos
Thursday, October 23, 2008
Curándonos desde el Interior
por Louise Hay
Con el fin de eliminar para siempre un trastorno, hemos de trabajar primero en disolver la causa mental. He aprendido que para cada trastorno en nuestra vida hay una «necesidad»; de otra manera no lo tendríamos.
El síntoma es sólo un efecto externo. Debemos entrar en nuestro interior para disolver la causa mental. A esto se debe que la Voluntad y la Disciplina no funcionen, porque se limitan a luchar contra el efecto externo. Es como cortar la mala hierba en lugar de arrancarla de raíz.
Así pues, antes de comenzar las afirmaciones de nuevas pautas de pensamiento, es necesario trabajar en la buena disposición a dejar marchar la necesidad de cigarrillos, exceso de peso o de lo que sea. Cuando la necesidad haya desaparecido, el efecto externo también desaparecerá. Ninguna planta puede vivir cuando se la arranca de raíz. Las pautas mentales causantes de la mayoría de los malestares del cuerpo son la crítica, la rabia, el resentimiento y la culpa. Si uno se entrega a la crítica durante un tiempo suficiente, suele conducir a enfermedades como la artritis. La rabia se transforma en cosas que hacen hervir, queman e infectan el cuerpo.
El resentimiento que se alberga durante mucho tiempo se encona y corroe el yo conduciendo finalmente a la formación de tumores y cáncer. La culpa siempre busca castigo y conduce al dolor.
Es mucho más fácil dejar marchar estas pautas de pensamiento negativas cuando estamos sanos que tratar de erradicarlas bajo la influencia del pánico y ante la amenaza del bisturí.Hace unos años me diagnosticaron un cáncer de vagina. No era en absoluto extraño que tuviera cáncer en la región vaginal habiendo sido violada a los cinco años de edad, y habiendo sido una niña maltratada.
Cuando se manifestó la enfermedad ya llevaba varios años como profesora de sanación, por lo cual fui muy consciente de que en ese momento se me daba la oportunidad de practicar y demostrar en mí misma lo que enseñaba a otros.
Como cualquier persona a la que se le dice que tiene cáncer, me invadió el terror. Y sin embargo, yo sabía que la curación mental era efectiva. Consciente de que el cáncer proviene de una actitud de resentimiento muy hondo que se mantiene durante mucho tiempo hasta que literalmente corroe el cuerpo, sabía que tenía que hacer muchísimo trabajo mental.
Comprendí que si me operaban para quitarme el cáncer y no quitaba la pauta mental que lo había creado, los médicos irían cortando trozos de mí hasta que no hubiera más de mí que cortar. Si me hacían la operación y al mismo tiempo yo quitaba esa pauta mental que lo causaba, entonces no reaparecería el cáncer.
Cuando el cáncer o cualquier otra enfermedad reaparecen no creo que se deba a que el médico «no quitó todo», sino más bien a que el paciente no ha hecho ningún cambio mental y por consiguiente vuelve a crear la misma enfermedad. También sabía que si conseguía eliminar la pauta mental que había creado el trastorno llamado cáncer, no tendrían necesidad del médico.
Me puse a trabajar con mi maestro para eliminar ese viejo resentimiento. Hasta ese momento yo no tenía el menor conocimiento de que albergaba ese profundo rencor. Muchas veces estamos ciegos a nuestras propias pautas. Era necesario que trabajara mucho en el perdón así como desintoxicar completamente mi cuerpo y en seis meses conseguí que los médicos estuvieran de acuerdo con lo que yo ya sabía: que ya no tenía ninguna forma de cáncer.Sé que por muy horrible que parezca la situación, si se está dispuesto a realizar el trabajo de liberar y perdonar, se puede curar prácticamente cualquier cosa.
La palabra «incurable» que tanto atemoriza a muchas personas, en realidad sólo significa que ese trastorno en particular no se puede curar por métodos «externos» y que para efectuar la curación debemos «entrar adentro». El trastorno se originó de la nada y volverá a la nada.
Con el fin de eliminar para siempre un trastorno, hemos de trabajar primero en disolver la causa mental. He aprendido que para cada trastorno en nuestra vida hay una «necesidad»; de otra manera no lo tendríamos.
El síntoma es sólo un efecto externo. Debemos entrar en nuestro interior para disolver la causa mental. A esto se debe que la Voluntad y la Disciplina no funcionen, porque se limitan a luchar contra el efecto externo. Es como cortar la mala hierba en lugar de arrancarla de raíz.
Así pues, antes de comenzar las afirmaciones de nuevas pautas de pensamiento, es necesario trabajar en la buena disposición a dejar marchar la necesidad de cigarrillos, exceso de peso o de lo que sea. Cuando la necesidad haya desaparecido, el efecto externo también desaparecerá. Ninguna planta puede vivir cuando se la arranca de raíz. Las pautas mentales causantes de la mayoría de los malestares del cuerpo son la crítica, la rabia, el resentimiento y la culpa. Si uno se entrega a la crítica durante un tiempo suficiente, suele conducir a enfermedades como la artritis. La rabia se transforma en cosas que hacen hervir, queman e infectan el cuerpo.
El resentimiento que se alberga durante mucho tiempo se encona y corroe el yo conduciendo finalmente a la formación de tumores y cáncer. La culpa siempre busca castigo y conduce al dolor.
Es mucho más fácil dejar marchar estas pautas de pensamiento negativas cuando estamos sanos que tratar de erradicarlas bajo la influencia del pánico y ante la amenaza del bisturí.Hace unos años me diagnosticaron un cáncer de vagina. No era en absoluto extraño que tuviera cáncer en la región vaginal habiendo sido violada a los cinco años de edad, y habiendo sido una niña maltratada.
Cuando se manifestó la enfermedad ya llevaba varios años como profesora de sanación, por lo cual fui muy consciente de que en ese momento se me daba la oportunidad de practicar y demostrar en mí misma lo que enseñaba a otros.
Como cualquier persona a la que se le dice que tiene cáncer, me invadió el terror. Y sin embargo, yo sabía que la curación mental era efectiva. Consciente de que el cáncer proviene de una actitud de resentimiento muy hondo que se mantiene durante mucho tiempo hasta que literalmente corroe el cuerpo, sabía que tenía que hacer muchísimo trabajo mental.
Comprendí que si me operaban para quitarme el cáncer y no quitaba la pauta mental que lo había creado, los médicos irían cortando trozos de mí hasta que no hubiera más de mí que cortar. Si me hacían la operación y al mismo tiempo yo quitaba esa pauta mental que lo causaba, entonces no reaparecería el cáncer.
Cuando el cáncer o cualquier otra enfermedad reaparecen no creo que se deba a que el médico «no quitó todo», sino más bien a que el paciente no ha hecho ningún cambio mental y por consiguiente vuelve a crear la misma enfermedad. También sabía que si conseguía eliminar la pauta mental que había creado el trastorno llamado cáncer, no tendrían necesidad del médico.
Me puse a trabajar con mi maestro para eliminar ese viejo resentimiento. Hasta ese momento yo no tenía el menor conocimiento de que albergaba ese profundo rencor. Muchas veces estamos ciegos a nuestras propias pautas. Era necesario que trabajara mucho en el perdón así como desintoxicar completamente mi cuerpo y en seis meses conseguí que los médicos estuvieran de acuerdo con lo que yo ya sabía: que ya no tenía ninguna forma de cáncer.Sé que por muy horrible que parezca la situación, si se está dispuesto a realizar el trabajo de liberar y perdonar, se puede curar prácticamente cualquier cosa.
La palabra «incurable» que tanto atemoriza a muchas personas, en realidad sólo significa que ese trastorno en particular no se puede curar por métodos «externos» y que para efectuar la curación debemos «entrar adentro». El trastorno se originó de la nada y volverá a la nada.
Friday, October 17, 2008
Tratamiento de Urgencia de una Quemadura
LOS BOMBEROS nos enseñaron que cuando se produce una quemadura, sea esta de la extensión que fuera, el primer auxilio es colocar la parte afectada debajo de agua fría corriente hasta que el calor disminuya y pare de quemar las capas de piel y después, pasar clara de huevo, levemente batida (sólo para que sea más fácil de aplicar).
Una persona se quemo a mano con agua hirviendo. Colocó entonces la mano debajo de la llave de agua fría, bastante tiempo para evitar el calor inicial, aunque el dolor era tremendo. Luego, rompió 2 huevos y separó las claras batiéndolas un poco, y puso en la mano esa cosa floja, que era la clara.
Su mano estaba tan quemada que, en cuanto ella colocaba la clara encima de la piel esta se secaba y quedaba una película que después se enteró, era colágeno natural. Estuvo por lo menos una hora colocando capa tras capa de claras en la mano.
Por la tarde, no sintió más dolor y al día siguiente apenas había una marca rojiza-morada donde se había quemado. Después de 10 días estaba sin ninguna cicatriz de lo acontecido, no tenía nada!!!
Ni el color de la piel cambió; esa parte quemada, se recuperó totalmente por el colágeno existente en la clara de los huevos que en realidad, es una placenta y está llena de vitaminas.
Una persona se quemo a mano con agua hirviendo. Colocó entonces la mano debajo de la llave de agua fría, bastante tiempo para evitar el calor inicial, aunque el dolor era tremendo. Luego, rompió 2 huevos y separó las claras batiéndolas un poco, y puso en la mano esa cosa floja, que era la clara.
Su mano estaba tan quemada que, en cuanto ella colocaba la clara encima de la piel esta se secaba y quedaba una película que después se enteró, era colágeno natural. Estuvo por lo menos una hora colocando capa tras capa de claras en la mano.
Por la tarde, no sintió más dolor y al día siguiente apenas había una marca rojiza-morada donde se había quemado. Después de 10 días estaba sin ninguna cicatriz de lo acontecido, no tenía nada!!!
Ni el color de la piel cambió; esa parte quemada, se recuperó totalmente por el colágeno existente en la clara de los huevos que en realidad, es una placenta y está llena de vitaminas.
Sunday, August 10, 2008
Live the Fat Burning Life
Article Link: http://www.webmd.com/diet/features/live-fat-burning-life?
WebMD Feature from "Prevention" Magazine
By Myatt Murphy
Having trouble shedding pounds as you age?
Here, 4 simple strategies that fire up metabolism and jump-start weight loss
When you work out and the pounds still don't come off, it can be incredibly frustrating. But what you may not know is that certain habits and physical changes can undermine even the most scientifically proven weight loss strategies, especially after you reach age 40. When Australian and UK researchers reviewed nearly 100 studies on exercise and weight loss, they discovered why those extra pounds won't budge despite your best efforts. These four targeted fat-fighting tips are the key to turning the tide--so your body will finally shed the weight.
1. MAKE SOME EXTRA MUSCLE
After 40, your body's metabolism begins to decline at a rate of 2 to 4% per decade, and weight loss can slow it down even more. In a University of Colorado Health Sciences study, losing a mere pound a week for 12 weeks lowered metabolism by 165 calories a day. Part of the reason is that it's nearly impossible to slim down without losing some muscle--your body's calorie-burning engine--along with the fat. Each pound you shed is about 70% fat and 30% muscle. But you can counteract the effect.
Simple Strategies:
Lift weights three times a week
It's the fastest way to build muscle and get results when the scale is stuck. "Research shows that regular strength-training can increase your resting metabolic rate by up to 8%," says Wayne Westcott, PhD, fitness researcher in Quincy, MA, and author of Get Stronger, Feel Younger. In one 8-week study, women and men who did only cardio exercise lost 4 pounds but gained no muscle, while those who did half the amount of cardio and an equal amount of strength-training shed 10 pounds of fat and added 2 pounds of muscle.
Rest less
If you already strength-train, shorten the time you linger between sets. "Taking a brief, 20-second break after each set burns extra calories and accelerates metabolism more than waiting the standard 60 to 90 seconds, studies show," says Westcott.
Do double-duty moves
Trade exercises that isolate a single muscle, such as biceps curls, for multijoint, multimuscle moves like chest presses and squats. "The more muscles you engage at once, the more calories you'll burn," he says.
Break up your meals
If you're losing weight (and therefore muscle) by cutting calories, eating five small meals instead of three large ones helps keep metabolism high. Spreading calories throughout the day "keeps blood sugar levels even and controls the release of insulin that can cause your body to store more calories as fat," says Leslie Bonci, RD, MPH, director of sports medicine nutrition at the University of Pittsburgh Medical Center. "And every time you eat, your metabolism speeds up to digest the food."
2. OUTSMART A PLATEAU
It's a common scenario: The first 10 or 20 pounds come off easily, but then the scale won't budge. Plateaus can happen in as little as 3 weeks, find Drexel University researchers. As you drop weight, your body doesn't have to work as hard simply because there's less of you to move around, says Michele Kettles, MD, medical director of the Cooper Clinic in Dallas. That means your workouts produce a smaller calorie burn. For example, if you weigh 180 pounds and lose 35, you'll melt about 100 fewer calories in an hour-long cardio class--which can slow down further weight loss. And as you get older, injuries or arthritis can make it difficult to do vigorous, high-impact activities that help compensate for this calorie deficit.
Simple Strategies:
Get your heart rate up
Watching TV or reading while you exercise can lower your workout intensity--and your calorie burn. Instead, pay attention to your pulse, suggests Kettles. For best results, stay between 60 and 80% of your maximum heart rate. To estimate your MHR, subtract your age from 220. Then multiply your MHR by 0.6 for the lower end of your target heart rate zone and by 0.8 for the upper end. For example, if you're 40, aim for 108 to 144 beats per minute. (For easier tracking, invest in a heart rate monitor.)
Diversify
The more comfortable you become with a routine, exercise class, or fitness DVD, the less effective it gets. To continue to lose weight, you need to challenge your body in new ways. "Even replacing one exercise can create enough of a surprise to keep results coming," says Kettles.
Try this: The first week of every month, do a new upper-body exercise; the second week, a new lower-body one; the third, a new abs move; and the fourth, a different type of cardio (cycling instead of walking, for example).
3. BE A STEALTH CALORIE BURNER
It may happen subconsciously, but studies show that some people move less after they begin an exercise regimen. When women and men, average age 59, started to work out twice a week, their everyday activity decreased by 22%, according to research from the Netherlands. The reason for the slowdown, experts speculate, may be postworkout fatigue or the perception that if you exercise, you can afford to skimp on the small stuff. Wrong! Little activities such as standing instead of sitting, fidgeting, and walking more throughout the day can add up to an extra 350 calories burned per day, according to Mayo Clinic studies. Other research shows that a decrease in these everyday actions may shut down an enzyme that controls fat metabolism, making weight loss tougher. And even daily half-hour to hour-long workouts aren't enough to turn it back on.
Simple Strategies:
Track nonexercise activity
Record your daily step counts with a pedometer on a couple of days when you don't work out. Then calculate your average (add up your daily totals and divide by the number of days tracked). If you don't maintain at least this level of activity every day, your fat-burning ability will decline. For instance, if you normally log 5,000 steps a day but skip half of them on days you work out, it could slow weight loss by up to 50%--even though you're exercising.
Post reminders
One study showed that signs encouraging people to take the stairs increased usage by 200%. To motivate yourself, stick notes on your bathroom mirror, microwave, TV remote, steering wheel, and computer that simply say: Move more!
Set up weekly physical outings
You'll be less likely to blow it off if you make a commitment to someone else. Plan a hike or bike ride with your family, help clean out a friend's garage, or volunteer to walk your neighbor's dog.
4. HALT HUNGER HORMONES
When 35 overweight women and men started exercising, researchers found that some of them compensated for their workouts by eating as much as 270 extra calories a day--negating more than half of the calories they burned, according to a study published in the International Journal of Obesity. "Some research shows that exercising regularly can trigger the release of ghrelin, an appetite-stimulating hormone meant to protect the body from losing weight too quickly," says Bonci. To make matters worse, appetite also appears to increase as you approach menopause because of declining estrogen levels, according to animal studies.
Simple Strategies:
Snack before you sweat
"Exercising on an empty stomach lowers blood sugar, which can increase your appetite and set you up to overeat afterward," says Bonci. To ward off postexercise hunger, have a light (about 100 calories), carbohydrate-rich snack, such as 4 ounces of yogurt or a banana, 20 to 30 minutes before you work out.
Write before you eat
Keeping a food diary is a proven weight loss tool, but don't wait until after your meal. "When my clients record what they're going to eat, it puts their dietary habits on pause long enough to decide if their food choices are really worth it," says Bonci.
Time your meals
If possible, schedule your workouts before a meal. In studies where meals were served 15 to 30 minutes after exercise, participants ate less than those who had to wait an hour or more to eat.
Sip often
People who drink water regularly eat nearly 200 fewer calories daily than those who only consume tea, coffee, or soda, reports a University of North Carolina at Chapel Hill study.
Bonus: Make it ice-cold water. German researchers found that drinking 6 cups of cold water a day raised metabolism by about 50 calories daily--possibly because of the work it takes to warm the fluid up to body temperature. And every little bit helps!
Make the scale move!
Log your workouts and meals, see your body change over time, and stay on target with progress reports from My Health Trackers at prevention.com/healthtrackers.
YOUR FAT-BURNING GAME PLAN
Every day:
Wear a pedometer.
Eat five minimeals (300 calories each).
Log your food choices before you eat.
Drink at least six 8-ounce glasses of cold water.
Three times a week:
Lift weights, doing multimuscle moves such as chest presses. (For free routines, go to prevention.com/dumbbellworkout.)
Rest no more than 20 seconds between sets while strength-training.
Whenever you exercise:
Snack before your workout (see left for suggestions).
Schedule exercise before a meal so you eat within a half hour of finishing your workout.
Track your heart rate during cardio.
Weekly:
Change one move in your workout routine every Monday. For example, swap push-ups for chest presses one week, lunges for squats the next, and so on.
Plan an active outing such as hiking.
Originally Published on: July 1, 2008
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WebMD Feature from "Prevention" Magazine
By Myatt Murphy
Having trouble shedding pounds as you age?
Here, 4 simple strategies that fire up metabolism and jump-start weight loss
When you work out and the pounds still don't come off, it can be incredibly frustrating. But what you may not know is that certain habits and physical changes can undermine even the most scientifically proven weight loss strategies, especially after you reach age 40. When Australian and UK researchers reviewed nearly 100 studies on exercise and weight loss, they discovered why those extra pounds won't budge despite your best efforts. These four targeted fat-fighting tips are the key to turning the tide--so your body will finally shed the weight.
1. MAKE SOME EXTRA MUSCLE
After 40, your body's metabolism begins to decline at a rate of 2 to 4% per decade, and weight loss can slow it down even more. In a University of Colorado Health Sciences study, losing a mere pound a week for 12 weeks lowered metabolism by 165 calories a day. Part of the reason is that it's nearly impossible to slim down without losing some muscle--your body's calorie-burning engine--along with the fat. Each pound you shed is about 70% fat and 30% muscle. But you can counteract the effect.
Simple Strategies:
Lift weights three times a week
It's the fastest way to build muscle and get results when the scale is stuck. "Research shows that regular strength-training can increase your resting metabolic rate by up to 8%," says Wayne Westcott, PhD, fitness researcher in Quincy, MA, and author of Get Stronger, Feel Younger. In one 8-week study, women and men who did only cardio exercise lost 4 pounds but gained no muscle, while those who did half the amount of cardio and an equal amount of strength-training shed 10 pounds of fat and added 2 pounds of muscle.
Rest less
If you already strength-train, shorten the time you linger between sets. "Taking a brief, 20-second break after each set burns extra calories and accelerates metabolism more than waiting the standard 60 to 90 seconds, studies show," says Westcott.
Do double-duty moves
Trade exercises that isolate a single muscle, such as biceps curls, for multijoint, multimuscle moves like chest presses and squats. "The more muscles you engage at once, the more calories you'll burn," he says.
Break up your meals
If you're losing weight (and therefore muscle) by cutting calories, eating five small meals instead of three large ones helps keep metabolism high. Spreading calories throughout the day "keeps blood sugar levels even and controls the release of insulin that can cause your body to store more calories as fat," says Leslie Bonci, RD, MPH, director of sports medicine nutrition at the University of Pittsburgh Medical Center. "And every time you eat, your metabolism speeds up to digest the food."
2. OUTSMART A PLATEAU
It's a common scenario: The first 10 or 20 pounds come off easily, but then the scale won't budge. Plateaus can happen in as little as 3 weeks, find Drexel University researchers. As you drop weight, your body doesn't have to work as hard simply because there's less of you to move around, says Michele Kettles, MD, medical director of the Cooper Clinic in Dallas. That means your workouts produce a smaller calorie burn. For example, if you weigh 180 pounds and lose 35, you'll melt about 100 fewer calories in an hour-long cardio class--which can slow down further weight loss. And as you get older, injuries or arthritis can make it difficult to do vigorous, high-impact activities that help compensate for this calorie deficit.
Simple Strategies:
Get your heart rate up
Watching TV or reading while you exercise can lower your workout intensity--and your calorie burn. Instead, pay attention to your pulse, suggests Kettles. For best results, stay between 60 and 80% of your maximum heart rate. To estimate your MHR, subtract your age from 220. Then multiply your MHR by 0.6 for the lower end of your target heart rate zone and by 0.8 for the upper end. For example, if you're 40, aim for 108 to 144 beats per minute. (For easier tracking, invest in a heart rate monitor.)
Diversify
The more comfortable you become with a routine, exercise class, or fitness DVD, the less effective it gets. To continue to lose weight, you need to challenge your body in new ways. "Even replacing one exercise can create enough of a surprise to keep results coming," says Kettles.
Try this: The first week of every month, do a new upper-body exercise; the second week, a new lower-body one; the third, a new abs move; and the fourth, a different type of cardio (cycling instead of walking, for example).
3. BE A STEALTH CALORIE BURNER
It may happen subconsciously, but studies show that some people move less after they begin an exercise regimen. When women and men, average age 59, started to work out twice a week, their everyday activity decreased by 22%, according to research from the Netherlands. The reason for the slowdown, experts speculate, may be postworkout fatigue or the perception that if you exercise, you can afford to skimp on the small stuff. Wrong! Little activities such as standing instead of sitting, fidgeting, and walking more throughout the day can add up to an extra 350 calories burned per day, according to Mayo Clinic studies. Other research shows that a decrease in these everyday actions may shut down an enzyme that controls fat metabolism, making weight loss tougher. And even daily half-hour to hour-long workouts aren't enough to turn it back on.
Simple Strategies:
Track nonexercise activity
Record your daily step counts with a pedometer on a couple of days when you don't work out. Then calculate your average (add up your daily totals and divide by the number of days tracked). If you don't maintain at least this level of activity every day, your fat-burning ability will decline. For instance, if you normally log 5,000 steps a day but skip half of them on days you work out, it could slow weight loss by up to 50%--even though you're exercising.
Post reminders
One study showed that signs encouraging people to take the stairs increased usage by 200%. To motivate yourself, stick notes on your bathroom mirror, microwave, TV remote, steering wheel, and computer that simply say: Move more!
Set up weekly physical outings
You'll be less likely to blow it off if you make a commitment to someone else. Plan a hike or bike ride with your family, help clean out a friend's garage, or volunteer to walk your neighbor's dog.
4. HALT HUNGER HORMONES
When 35 overweight women and men started exercising, researchers found that some of them compensated for their workouts by eating as much as 270 extra calories a day--negating more than half of the calories they burned, according to a study published in the International Journal of Obesity. "Some research shows that exercising regularly can trigger the release of ghrelin, an appetite-stimulating hormone meant to protect the body from losing weight too quickly," says Bonci. To make matters worse, appetite also appears to increase as you approach menopause because of declining estrogen levels, according to animal studies.
Simple Strategies:
Snack before you sweat
"Exercising on an empty stomach lowers blood sugar, which can increase your appetite and set you up to overeat afterward," says Bonci. To ward off postexercise hunger, have a light (about 100 calories), carbohydrate-rich snack, such as 4 ounces of yogurt or a banana, 20 to 30 minutes before you work out.
Write before you eat
Keeping a food diary is a proven weight loss tool, but don't wait until after your meal. "When my clients record what they're going to eat, it puts their dietary habits on pause long enough to decide if their food choices are really worth it," says Bonci.
Time your meals
If possible, schedule your workouts before a meal. In studies where meals were served 15 to 30 minutes after exercise, participants ate less than those who had to wait an hour or more to eat.
Sip often
People who drink water regularly eat nearly 200 fewer calories daily than those who only consume tea, coffee, or soda, reports a University of North Carolina at Chapel Hill study.
Bonus: Make it ice-cold water. German researchers found that drinking 6 cups of cold water a day raised metabolism by about 50 calories daily--possibly because of the work it takes to warm the fluid up to body temperature. And every little bit helps!
Make the scale move!
Log your workouts and meals, see your body change over time, and stay on target with progress reports from My Health Trackers at prevention.com/healthtrackers.
YOUR FAT-BURNING GAME PLAN
Every day:
Wear a pedometer.
Eat five minimeals (300 calories each).
Log your food choices before you eat.
Drink at least six 8-ounce glasses of cold water.
Three times a week:
Lift weights, doing multimuscle moves such as chest presses. (For free routines, go to prevention.com/dumbbellworkout.)
Rest no more than 20 seconds between sets while strength-training.
Whenever you exercise:
Snack before your workout (see left for suggestions).
Schedule exercise before a meal so you eat within a half hour of finishing your workout.
Track your heart rate during cardio.
Weekly:
Change one move in your workout routine every Monday. For example, swap push-ups for chest presses one week, lunges for squats the next, and so on.
Plan an active outing such as hiking.
Originally Published on: July 1, 2008
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Sunday, August 3, 2008
COMER FRUTAS CON ESTÓMAGO VACÍO
Medicina preventiva - aprenda una mas!
La fruta es el alimento perfecto, requiere una mínima cantidad de energía para ser digerida y le da lo máximo a su cuerpo de retorno
Es el único alimento que hace trabajar a su cerebro .
La fruta, es principalmente fructuosa (que puede ser transformada con facilidad en glucosa). En la mayoría de las veces es 90-95% agua. Eso significa que ella esta limpiando y alimentando al mismo tiempo.
El único problema con las frutas, es que la mayoría de las personas no saben como comerlas, de forma de permitir que su cuerpo asimile efectivamente sus nutrientes.
Se deben comer las frutas siempre con el estomago vacío.
¿Por que?
La razón es que las frutas en principio, no son digeridas en el estomago, son digeridas en el intestino delgado.
Las frutas pasan rápidamente por el estomago, de ahí pasan al intestino, donde liberan sus azucares. Mas si hubiere carne, papas o almidones en el estomago, las frutas quedan presas y ellas comienzan a fermentar.
Si usted come una fruta de postre, luego de una cena, y pasa el resto de la noche con pesadez en el estomago y un desagradable sabor en la boca, es porque usted no comió de la manera adecuada. Se debe comer las frutas, siempre con el estomago vacío.
Usted no debe tomar jugo envasado en lata o en recipientes de vidrio. ¿Porque no? La mayoría de las veces el jugo es calentado en el proceso y su estructura original se vuelve acida.
¿Desea hacer la más valiosa compra que pudiera? Compre un exprimidor.
Usted podrá ingerir el jugo extraído con el exprimidor como si fuese fruta, con el estomago vacío. El jugo será digerido tan de prisa, que usted podrá comer un refrigerio quince o veinte minutos después.
El Dr. William Castillo, jefe de la famosa clínica cardiológico Framington de Massachussets, declaro, que la fruta es el mejor alimento que podemos comer para protegernos contra las enfermedades del corazón.
Dice que las frutas contienen bioflavonoides, que evitan que la sangre se espese y obstruya las arterias. También fortalecen los vasos capilares, y los vasos capilares débiles, casi siempre provocan sangrados internos y ataques cardiacos
Ahora, una cosa final que me gustaría que siempre mantuviese en su mente sobre las frutas.
¿Como se debe comenzar el día? ¿Que se debe comer en el desayuno?
¿Usted piensa que es una buena idea salir de la cama y llenar su sistema con una tremenda cantidad de alimentos (principalmente café y pan blanco con mantequilla) que le llevara el día entero para digerir? Claro que no..
Lo que usted quiere es alguna cosa que sea de fácil digestión, frutas que el cuerpo puede absorber de inmediato y que ayuda a limpiarlo.
Al levantarse, durante el día, o cuando sea confortablemente posible, coma solo frutas frescas y jugos hechos en el momento.
Mantenga este esquema hasta por lo menos el medio día, diariamente.
Cuanto mas tiempo queden solo las frutas en su cuerpo, mayor oportunidad de ayudar a limpiarlo.
Si usted empieza a cambiar los alimentos con las que acostumbra llenar su cuerpo al iniciar el día, sentirá un nuevo torrente de vitalidad y energía tan intensa que no lo podrá creer.
Inténtelo durante los próximos diez días y véalo por si mismo.
Los chinos y los japoneses beben te caliente (de preferencia te verde) durante las comidas. Nunca agua helada o bebidas heladas Deberíamos adoptar este habito.
Los helados durante o después de las comidas, solidifican los componentes oleosos de los alimentos, retardando la digestión. Reaccionan con los ácidos digestivos y serán absorbidos por el intestino mas rápido que los alimentos sólidos, demarcando el intestino y endureciendo las grasas, que permanecerán por mas tiempo en el intestino.
Déle valor a un te caliente, o hasta agua caliente después de una comida. Facilita la digestión y ablanda las grasas para ser expelidas mas rápidamente, lo que también ayudara a adelgazar
La fruta es el alimento perfecto, requiere una mínima cantidad de energía para ser digerida y le da lo máximo a su cuerpo de retorno
Es el único alimento que hace trabajar a su cerebro .
La fruta, es principalmente fructuosa (que puede ser transformada con facilidad en glucosa). En la mayoría de las veces es 90-95% agua. Eso significa que ella esta limpiando y alimentando al mismo tiempo.
El único problema con las frutas, es que la mayoría de las personas no saben como comerlas, de forma de permitir que su cuerpo asimile efectivamente sus nutrientes.
Se deben comer las frutas siempre con el estomago vacío.
¿Por que?
La razón es que las frutas en principio, no son digeridas en el estomago, son digeridas en el intestino delgado.
Las frutas pasan rápidamente por el estomago, de ahí pasan al intestino, donde liberan sus azucares. Mas si hubiere carne, papas o almidones en el estomago, las frutas quedan presas y ellas comienzan a fermentar.
Si usted come una fruta de postre, luego de una cena, y pasa el resto de la noche con pesadez en el estomago y un desagradable sabor en la boca, es porque usted no comió de la manera adecuada. Se debe comer las frutas, siempre con el estomago vacío.
Usted no debe tomar jugo envasado en lata o en recipientes de vidrio. ¿Porque no? La mayoría de las veces el jugo es calentado en el proceso y su estructura original se vuelve acida.
¿Desea hacer la más valiosa compra que pudiera? Compre un exprimidor.
Usted podrá ingerir el jugo extraído con el exprimidor como si fuese fruta, con el estomago vacío. El jugo será digerido tan de prisa, que usted podrá comer un refrigerio quince o veinte minutos después.
El Dr. William Castillo, jefe de la famosa clínica cardiológico Framington de Massachussets, declaro, que la fruta es el mejor alimento que podemos comer para protegernos contra las enfermedades del corazón.
Dice que las frutas contienen bioflavonoides, que evitan que la sangre se espese y obstruya las arterias. También fortalecen los vasos capilares, y los vasos capilares débiles, casi siempre provocan sangrados internos y ataques cardiacos
Ahora, una cosa final que me gustaría que siempre mantuviese en su mente sobre las frutas.
¿Como se debe comenzar el día? ¿Que se debe comer en el desayuno?
¿Usted piensa que es una buena idea salir de la cama y llenar su sistema con una tremenda cantidad de alimentos (principalmente café y pan blanco con mantequilla) que le llevara el día entero para digerir? Claro que no..
Lo que usted quiere es alguna cosa que sea de fácil digestión, frutas que el cuerpo puede absorber de inmediato y que ayuda a limpiarlo.
Al levantarse, durante el día, o cuando sea confortablemente posible, coma solo frutas frescas y jugos hechos en el momento.
Mantenga este esquema hasta por lo menos el medio día, diariamente.
Cuanto mas tiempo queden solo las frutas en su cuerpo, mayor oportunidad de ayudar a limpiarlo.
Si usted empieza a cambiar los alimentos con las que acostumbra llenar su cuerpo al iniciar el día, sentirá un nuevo torrente de vitalidad y energía tan intensa que no lo podrá creer.
Inténtelo durante los próximos diez días y véalo por si mismo.
Los chinos y los japoneses beben te caliente (de preferencia te verde) durante las comidas. Nunca agua helada o bebidas heladas Deberíamos adoptar este habito.
Los helados durante o después de las comidas, solidifican los componentes oleosos de los alimentos, retardando la digestión. Reaccionan con los ácidos digestivos y serán absorbidos por el intestino mas rápido que los alimentos sólidos, demarcando el intestino y endureciendo las grasas, que permanecerán por mas tiempo en el intestino.
Déle valor a un te caliente, o hasta agua caliente después de una comida. Facilita la digestión y ablanda las grasas para ser expelidas mas rápidamente, lo que también ayudara a adelgazar
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