Wednesday, October 29, 2008

Los Siete Principios para estimular su cerebro

de André Vermeulen


1.. Estimúlese físicamente.

Muévase. Baile, haga ejercicio aeróbico, nade, juegue tenis, fútbol. Haga ejercicios de lateralidad, por ejemplo, con la mano izquierda

toque su oreja derecha y con la mano derecha toque su nariz. Ahora al revés y repítalo varias veces hasta dominarlo.


2.. Tome ocho vasos de agua.

De acuerdo con los expertos, esto no es opcional, es obligatorio si queremos que nuestro cerebro funcione de una manera óptima. Y si estamos estresados, debemos aumentar a 16 vasos de agua al día.

El 90 por ciento del volumen de nuestro cerebro está compuesto por agua y es el principal vehículo de las transmisiones electroquímicas.


3.. Oxigénese.

Haga ejercicio, salga al campo. Antes de una junta importante o de un trabajo que necesite concentración respire hondo.

Respire en 4 tiempos, sostenga el aire en 16 y exhale en 8.

El doctor Otto Warburg, Premio Nobel de Fisiología, hizo un experimento en el cual logró convertir células sanas en malignas, a través del sencillo procedimiento de reducirles el oxígeno.

Rodéese de plantas. ¿Sabía que una sola planta puede remover partículas contaminantes del aire en un espacio de 9 metros cuadrados?

Las plantas aumentan la ionización negativa del aire y lo cargan de oxígeno, aumentando nuestra productividad en un 10%. Algunas plantas como las dársenas han probado ser de las mejores para esto.


4.. Consuma alimentos para el cerebro.

Al cerebro le conviene que comamos cinco porciones de fruta y verduras al día, semillas, nueces, ajo, granos completos, champiñones, aceites prensados en frío y proteínas.

El pescado literalmente genera la construcción de nuevas neurocélulas.


5.. Piense positivamente.

Los pensamientos negativos generan químicos que bloquean la conexión entre los neurotransmisores.

Como decía Henry Ford:

"Si piensas que puedes o que no puedes, siempre estarás en lo correcto".


6.. Escuche música barroca.

La música es la puerta hacia terrenos interiores; toca lugares fuera de nuestro alcance.

Ayuda a la creatividad, a la expresión personal. Facilita el aprendizaje.

Un granjero comprobó que al ponerle música barroca a sus vacas, en ellas había un aumento en la producción de leche y en sus glóbulos blancos.


7.. Rete a su cerebro.

Si no lo usamos, lo perdemos. Juegue ajedrez, resuelva crucigramas, aprenda a tocar un instrumento, haga matemáticas, viaje a lugares nuevos, vaya a exposiciones de arte, lea, estudie algo.

Escriba y dibuje con su mano no dominante. Abra su mente a nuevas experiencias y formas de pensar.

Todo esto genera que el cerebro funcione mejor.

Podemos concluir que en este llamado "Milenio de la Mente", la única manera de ser competitivos y mantener un balance en nuestras vidas es no trabajar más, sino trabajar mejor….!

Friday, October 24, 2008

Comer despacio

eltiempo.com / opinión / columnistas
Manuel Guzman Hennessey

Quiere el gordo Fernández someterse a un "bypass gástrico". Podría comer más despacio y obtener lo que desea. Quizás de una manera menos drástica, más lentamente, pero también más felizmente.
Lo dijo Borges en su poema Instantes: demorarse más. Y lo dicen los investigadores de la Universidad de Osaka, que publicaron, por estos días, en British Medical Journal, una investigación basada en el análisis de los hábitos alimentarios de 3.000 personas. "Si uno come rápidamente está llenando el estómago antes de que la información gástrica tenga una oportunidad de generarse", dijo el profesor Ian McDonald, de la Universidad de Nottingham.

Otro estudio, de la Universidad de Rhode Island, publicado en Journal of the American Dietetic Association, llega a la misma conclusión: si se baja la velocidad de la ingestión, se puede bajar de peso.Las doctoras Elizabeth Denney-Wilson y Karen Campbell van más allá. El editorial que presenta los resultados del estudio dice que el mecanismo que nos hace gordos hoy, podría haber sido, hasta hace relativamente poco, una ventaja evolutiva, que nos ayudaba a consumir más alimento cuando este era escaso. Algunos comen siempre de prisa (o depredan, como un amigo mío); quizás creen que alguien les puede arrebatar el alimento.

La información sobre este peligro probablemente está en la genética de individuos mamíferos, que necesitaron sobrevivir cuando escaseaban los alimentos. Y quizás debido a ello, una de las nuevas áreas desde la cual hoy se estudia la obesidad se aparta de lo puramente fisiológico y aborda el problema desde los comportamientos del acto de comer. Es lo que hace el laboratorio Kissileff, de la Universidad de Liverpool. Uno de sus investigadores, el doctor Jason Halford, encontró que el medicamento contra la obesidad llamado sibutramine actúa desacelerando el ritmo al que los gorditos comen.

Ahora bien, comer despacio reporta más placer que comer rápido; lo promueve la tendencia comida lenta (slow food) y lo disfrutan muchos otros (y otras) a quienes no puedo mencionar aquí, y no porque coman muy rápido, sino porque hacen parte de los felices cumplidores de la sentencia de Alejandro Casona: todo hombre bien comido será siempre un hombre bueno, y todo hombre bien bebido, será siempre un hombre sabio. Ojalá ninguno insista en cirugías, pues otro estudio, de la Universidad de Wake Forest (Estados Unidos), identificó 32 casos de encefalopatía de Wernicke entre quienes se sometieron a cirugía para reducción de peso.

guzmanhennessey@yahoo.com.ar

Manuel Guzman Hennessey es Director del Centro de Aplicaciones de la Teoría del Caos

Thursday, October 23, 2008

Curándonos desde el Interior

por Louise Hay

Con el fin de eliminar para siempre un trastorno, hemos de trabajar primero en disolver la causa mental. He aprendido que para cada trastorno en nuestra vida hay una «necesidad»; de otra manera no lo tendríamos.

El síntoma es sólo un efecto externo. Debemos entrar en nuestro interior para disolver la causa mental. A esto se debe que la Voluntad y la Disciplina no funcionen, porque se limitan a luchar contra el efecto externo. Es como cortar la mala hierba en lugar de arrancarla de raíz.

Así pues, antes de comenzar las afirmaciones de nuevas pautas de pensamiento, es necesario trabajar en la buena disposición a dejar marchar la necesidad de cigarrillos, exceso de peso o de lo que sea. Cuando la necesidad haya desaparecido, el efecto externo también desaparecerá. Ninguna planta puede vivir cuando se la arranca de raíz. Las pautas mentales causantes de la mayoría de los malestares del cuerpo son la crítica, la rabia, el resentimiento y la culpa. Si uno se entrega a la crítica durante un tiempo suficiente, suele conducir a enfermedades como la artritis. La rabia se transforma en cosas que hacen hervir, queman e infectan el cuerpo.
El resentimiento que se alberga durante mucho tiempo se encona y corroe el yo conduciendo finalmente a la formación de tumores y cáncer. La culpa siempre busca castigo y conduce al dolor.

Es mucho más fácil dejar marchar estas pautas de pensamiento negativas cuando estamos sanos que tratar de erradicarlas bajo la influencia del pánico y ante la amenaza del bisturí.Hace unos años me diagnosticaron un cáncer de vagina. No era en absoluto extraño que tuviera cáncer en la región vaginal habiendo sido violada a los cinco años de edad, y habiendo sido una niña maltratada.

Cuando se manifestó la enfermedad ya llevaba varios años como profesora de sanación, por lo cual fui muy consciente de que en ese momento se me daba la oportunidad de practicar y demostrar en mí misma lo que enseñaba a otros.

Como cualquier persona a la que se le dice que tiene cáncer, me invadió el terror. Y sin embargo, yo sabía que la curación mental era efectiva. Consciente de que el cáncer proviene de una actitud de resentimiento muy hondo que se mantiene durante mucho tiempo hasta que literalmente corroe el cuerpo, sabía que tenía que hacer muchísimo trabajo mental.

Comprendí que si me operaban para quitarme el cáncer y no quitaba la pauta mental que lo había creado, los médicos irían cortando trozos de mí hasta que no hubiera más de mí que cortar. Si me hacían la operación y al mismo tiempo yo quitaba esa pauta mental que lo causaba, entonces no reaparecería el cáncer.

Cuando el cáncer o cualquier otra enfermedad reaparecen no creo que se deba a que el médico «no quitó todo», sino más bien a que el paciente no ha hecho ningún cambio mental y por consiguiente vuelve a crear la misma enfermedad. También sabía que si conseguía eliminar la pauta mental que había creado el trastorno llamado cáncer, no tendrían necesidad del médico.

Me puse a trabajar con mi maestro para eliminar ese viejo resentimiento. Hasta ese momento yo no tenía el menor conocimiento de que albergaba ese profundo rencor. Muchas veces estamos ciegos a nuestras propias pautas. Era necesario que trabajara mucho en el perdón así como desintoxicar completamente mi cuerpo y en seis meses conseguí que los médicos estuvieran de acuerdo con lo que yo ya sabía: que ya no tenía ninguna forma de cáncer.Sé que por muy horrible que parezca la situación, si se está dispuesto a realizar el trabajo de liberar y perdonar, se puede curar prácticamente cualquier cosa.

La palabra «incurable» que tanto atemoriza a muchas personas, en realidad sólo significa que ese trastorno en particular no se puede curar por métodos «externos» y que para efectuar la curación debemos «entrar adentro». El trastorno se originó de la nada y volverá a la nada.

Friday, October 17, 2008

Tratamiento de Urgencia de una Quemadura

LOS BOMBEROS nos enseñaron que cuando se produce una quemadura, sea esta de la extensión que fuera, el primer auxilio es colocar la parte afectada debajo de agua fría corriente hasta que el calor disminuya y pare de quemar las capas de piel y después, pasar clara de huevo, levemente batida (sólo para que sea más fácil de aplicar).

Una persona se quemo a mano con agua hirviendo. Colocó entonces la mano debajo de la llave de agua fría, bastante tiempo para evitar el calor inicial, aunque el dolor era tremendo. Luego, rompió 2 huevos y separó las claras batiéndolas un poco, y puso en la mano esa cosa floja, que era la clara.

Su mano estaba tan quemada que, en cuanto ella colocaba la clara encima de la piel esta se secaba y quedaba una película que después se enteró, era colágeno natural. Estuvo por lo menos una hora colocando capa tras capa de claras en la mano.

Por la tarde, no sintió más dolor y al día siguiente apenas había una marca rojiza-morada donde se había quemado. Después de 10 días estaba sin ninguna cicatriz de lo acontecido, no tenía nada!!!

Ni el color de la piel cambió; esa parte quemada, se recuperó totalmente por el colágeno existente en la clara de los huevos que en realidad, es una placenta y está llena de vitaminas.